Para responder a estas preguntas vamos a ver que nos dicen los estudios, el 70% de las mujeres embarazadas experimentan náuseas o vómitos.
¿Cuál es su origen? El origen es multifactorial, uno de los factores se denomina gonadotropina coriónica (Beta-hCG), una hormona que se sintetiza sólo en el embarazo, desde que el embrión se implanta en la pared uterina. Aparte de ayudar a confirmar el positivo de la gestación en la analítica, también aumenta el riesgo de náuseas y vómitos.
Los niveles de esta hormona se multiplican hasta que alcanzan su punto máximo aproximadamente a las ocho semanas de embarazo. A partir de este momento, y durante los dos siguientes meses, empiezan a disminuir. Y, por lo general, la misma evolución toman las náuseas, que cada vez van a menos y desaparecen.
«Existe la creencia popular de que estos síntomas son signo de que el embarazo evoluciona adecuadamente, cabe puntualizar que hay un 20% de embarazadas que no sufre naúseas y todo transcurre de forma favorable»
Según las estadísticas, el 70% de los casos de náuseas y vómitos en el embarazo ocurren entre la cuarta y la séptima semana; el 60%, antes de la semana 12; sólo el 10% de las gestantes continúan con estos síntomas a partir de la 16 y entre el 1% y el 20%, más allá de la semana 20.
Sólo un pequeño porcentaje, entre el 0,5% y el 2% de las embarazadas, sufre la forma más grave de esta situación clínica, conocida como hiperemesis gravídica, esta ocurre cuando las náuseas y los vómitos son persistentes y se asocian con pérdida de peso y alteraciones hidroelectrolíticas en los análisis, en estos cuadros graves destaca la hiperproducción de la gonadotropina coriónica y se desconocen las razones.
Para aliviar las náuseas típicas del comienzo del embarazo, hay algunas estrategias
- Hacer comidas frecuentes, de pequeñas cantidades, evitando sabores y olores fuertes
- No pasar más de 3 horas sin ingerir ningún alimento
- Hidratación sí pero poco a poco, a pequeños sorbitos
- El olor y sabor cítrico suele agradar más que otros, sin generalizar ya que cada embarazo es diferente
- Las mayoría de las nauseas y vómitos son vespertinos, tomar una galleta de avena y jengibre según nos levantamos puede ser de ayuda, al igual que las infusiones de jengibre.
- Realizar respiraciones profundas y relajaciones puede ayudar
- En casos de malestar acudir a ginecología, las nauseas y vómitos son normales hasta cierto punto
Y para prueba de ello Marián, nuestra compañera os cuenta su experiencia personal con las nauseas:
Mi segundo primer trimestre.
En primer lugar, compartir con vosotr@s que estoy embarazada. ¡Sí! Para finales de julio espero dar a luz (en un parto estupendo con ayuda de Andrea) al bebé que crece dentro de mi, que aun no sabemos si es niño o niña.
Lucia me animó a compartir mi experiencia con vostr@s ya que está siendo un inicio de embarazo bastante duro a causa de las náuseas y vómitos.
En la sexta semana de embarazo comencé a vomitar, me esperaba un primer trimestre con vómitos ya que el primer embarazo fue así, por más que me repitieran: ”cada embarazo es un mundo”, “ningún embarazo es igual”… (toda mujer embarazada oye estas frases, ¿verdad? Sé que solo buscan dar ánimos y que además tienen razón 😉 Gracias.
Llegaron los vómitos, y nada que ver con el anterior embarazo sino que con una intensidad paralizadora. Durante la siguiente semana no podía comer ni beber sin vomitar, nada de lo que ingería se mantenía dentro. Yo quería normalizar el hecho, al fin y al cabo es un signo de que el embarazo avanza correctamente, hasta que me vi en cama, sin energía para levantarme y con claros síntomas de deshidratación. Durante este tiempo acudí en dos ocasiones a urgencias y me visitó un médico de cabecera, el trato fue bueno, aunque desde mi opinión, no vieron más allá de una mujer embarazada en su primer trimestre con vómitos, normal. Bueno, pues no normal del todo.
Se trata de hiperémesis gravídica, que se caracteriza por la presencia de náuseas y vómitos intensos y persistentes durante el embarazo, pudiendo desencadenar deshidratación, pérdida de peso (importante cuando es mayor al 5% de tu peso) y desequilibrios de electrolitos. Finalmente acabé ingresada durante 5 días para ser rehidratada y medicada.
Salí del hospital con diferente medicación y poco seguimiento. Es una opinión personal y un poco crítica, pero siento que hay poca información y atención al respecto. Sabiendo que no hay pócimas mágicas, si que he echado de menos un poco de control. Por ejemplo, control sobre mi peso, tensión, glucosa, hierro, toma de medicación, estado de ánimo… Tampoco sé de quién sería la responsabilidad, pero estaría bien buscar la forma de dar más apoyo en estos casos.
Las semanas van pasando, os escribo durante la semana doce y aun no estoy recuperada, estoy ilusionada y tranquila, pero también cansada física y mentalmente. Hay momentos duros en los que necesitarías un respiro, dejar de sentir. He de decir que aquí el apoyo familiar es muy importante. Mi hija de dos años no para de preguntarme si estoy bien y me trae el cubo para vomitar si me oye eructar…(puro amor).
Espero que como en la mayoría de los casos y como en mi anterior embarazo se alivien en las próximas semanas, pueda recuperarme, tomar fuerzas y disfrutar del resto del embarazo.
Unas semanas más y Marián, ya recuperada, retoma su actividad como Fisioterapeuta especialista es Suelo Pélvico, Embarazo y Uno-ginecología en el centro de Ferreries de Menorca Trainers.
Así que ya sabéis, si os podemos ayudar en esta u otra época de vuestro embarazo, no dudéis en contactar con Menorca Trainers.
SERVICIO DE FISIOTERAPIA DE SUELO PÉLVICO, EMBARAZO Y URO-GINECOLOGÍA DE MENORCA TRAINERS