¿Qué significa tan extraño nombre?
Se trata de una lesión del cartílago de la rótula por desgaste del mismo. La rótula es el hueso redondeado y plano que está en la parte anterior de la rodilla y da cohesión a esta. Está sujeta por el tendón cuadricipital por arriba y por el rotuliano por abajo.
La rótula tiene un surco por el que ha de circular en su articulación con los cóndilos del fémur a modo de rail de tren, si por descompensaciones de la musculatura, la rótula deja de articular con el fémur por su carril empezará a gastarse su parte interna, que está recubierta de un cartílago que al friccionar se gasta y cuando esto sucede empieza a doler.
Es una lesión que afecta tanto a personas con una musculatura débil, como a deportistas, y el rango de edades también es muy variado. No debemos confundir con condropatía rotuliana, la condropatía es un desequilibrio biomecánico de la rótula y la condromalacia degeneración de su cartílago.
(Recordemos que el sufijo –patía significa enfermerdad y el sufijo –malacia reblandecimiento o desgaste)
«Es una lesión que afecta tanto a personas con una musculatura débil, como a deportistas.»
¿Cuáles son los síntomas de la condromalacia rotuliana?
Los síntomas son dolor en cara interna de la rodilla, en la zona de la rótula, en fases iniciales son molestias que si no tratamos irán a más hasta dar un dolor importante, invalidante, sobre todo al caminar, correr o bajar escaleras o cuestas pronunciadas.
¿Cómo se diagnostica?
Mediante visita a nuestro médico o fisioterapeuta. Pruebas de imagen como RMN pueden ser de utilidad.
¿Cómo se trata la condromalacia rotuliana?
Con FISIOTERAPIA, tras una valoración postural y estructural tanto estática como dinámica identificaremos los músculos que no están trabajando como toca y reequilibraremos mediante ejercicios y estiramientos. Suele haber un exceso de trabajo y tensión en vasto externo de cuádriceps que tendremos que estirar y un hipotono en vasto interno que tendremos que potenciar.
Además complementar con estiramiento de isquiotibiales, tratamiento antinflamatorio de fisioterapia y en función de la postura de cada paciente ir corrigiendo de manera individualizada con ejercicios.
Debemos valorar si la zona lumbar está trabajando como toca y si no es así, desbloquearlo, estirarlo y fortalecer si así lo requiere.
Con nuestros pacientes una vez terminada la fase de fisioterapia y rehabilitación, pasamos a la fase de fortalecimiento y prevención con los entrenadores donde también trabajamos la postura y ejercicios compensatorios para áreas débiles, super efectivo y minimizados el riesgo de recaídas tanto en deportistas como en no deportistas.
Una visita al podólogo será siempre de utilidad. La suplementación con colágeno, magnésico, zinc y ácido hialurónico es recomendada por muchos facultativos pero con discusión en cuanto a evidencia científica por el momento.
«Una visita al podólogo será siempre de utilidad.»
¿Qué hago para prevenir esta patología?
Estirar bien cuádriceps, sobre todo vasto externo y zona lumbar. Llevar un calzado adecuado y plantillas si así nos recomienda nuestro podólogo, hacer ejercicios complementarios en casa o gimnasio de piernas y CORE. Buena alimentación y buena hidratación.